- La D.O.P. Cebreros es una tierra de garnacha por excelencia. ¿Cómo explica esta relación tan especial?
Garnachas y Cebreros vienen desde toda la vida unidos. La D.O.P. Cebreros la constituyen 35 municipios de la provincia de Ávila, en la Comunidad de Castilla y León, entre las montañas de Gredos, a 100 kilómetros de Madrid, entre los valles del Alberche y del Tiétar, en una zona donde la garnacha, como variedad, ha vivido desde tiempos muy antiguos. Es la variedad con la que la gente de estos pequeños municipios elaboraba sus vinos y es una suerte el tener estas viejas garnachas en estos sitios tan maravillosos.
- El concurso Grenaches du Monde nació en otra gran tierra de garnacha, el Rosellón, ¿qué ofrece al sector este evento itinerante especializado en esta variedad?
Pues es importante que este concurso de garnacha del mundo se haya ido celebrando en diferentes regiones y este año nos da la oportunidad con este nuevo formato que se ha realizado, el que podamos presentarnos al mundo, que la gente nos conozca y que seamos capaces de generar un concurso en el que todas aquellas personas que van a venir, prescriptores, distribuidores, periodistas, sumilleres, conozcan no solamente nuestros vinos, sino nuestras tierras, nuestras gentes, estas montañas de Gredos y todas esas personas que están detrás haciendo todo este trabajo, porque creo que es un gran reconocimiento para todos ellos.
- Este evento se caracteriza por la colaboración entre regiones productoras. ¿Cómo explica esta peculiaridad?
Pues sí, es una idea maravillosa la que hizo Garnachas del Mundo desde el Rosellón, allá cuando empezaron, para que las diferentes personas y gentes de este mundo de las garnachas nos juntemos unos días, compartamos experiencias y veamos las innovaciones que se están haciendo.
Para denominaciones como la nuestra, que es pequeña, que tiene apenas tres años y medio de recorrido, el que toda esta gente de estas pequeñas poblaciones aparezcan y sean notorios a través de este concurso mundial, creo que es algo que nos da una oportunidad maravillosa para podernos hacer ver.
- ¿Gracias al concurso Grenaches du Monde qué otras zonas le han permitido conocer?
Pues es una suerte esto de ver haber ido a participar en los últimos tres o cuatro años en garnachas del mundo. ¡El Rosellón, la Terra Alta, el cannonau, todos territorios singulares con mucho carácter, como sus vinos!
Es un orgullo para nosotros el que desde hace unos ya más de 25 años organizamos pequeños concursos locales de garnachas en los pueblos de la zona el que ahora hayamos dado este salto cualitativo de un concurso local a pasar un concurso mundial es algo impagable. Ni en los mejores momentos nosotros podíamos pensar que esto en tan poco tiempo pudiera ocurrir. Tenemos que estar muy orgullosos de tener esta ventana al mundo que nos va a facilitar un camino por recorrer maravilloso.
Qué mejor escenario que las garnachas del mundo para dar a conocer los vinos de todos estos proyectos nuevos que están saliendo de jóvenes que están recogiendo el fruto los viñedos plantados por sus antepasados.